domingo, 11 de marzo de 2012

6. Recuerdo de una despedida



Anoche mientras dormía te vi. Sé que fue un sueño, pero me dio mucho gusto ver tu rostro otra vez.

Ha pasado casi un año desde que mi abuelita falleció. Ya han sido ocho meses para ser exactos y la semana pasada habría sido su cumpleaños 83.

Recuerdo ese día como si fuera ayer. Recibí una llamada de mamá. Era de noche y no estoy tan acostumbrado a que me llame (nunca habíamos sido muy cercanos; sin embargo, últimamente nuestra relación ha mejorado). La escuché un poco alterada y por obvias razones asumí que algo pasaba.

Mi abuela se encontraba en el hospital siendo intervenida por una apendicitis que al parecer había causado mucho daño. Una sección de su intestino se encontraba muy dañada y fue necesario extirpar esa zona. Como es costumbre cuando alguien de la familia es operado, mis tíos se encontraban en el quirófano. Uno de ellos, que es cirujano, se percató que había algo extraño en la pieza que se había retirado, por lo que decidieron analizarla.

Se le diagnosticó cáncer. Todos sabíamos que los meses siguientes serían muy difíciles.

Era mi cumpleaños y fui a visitar a mi abuelita mientras se encontraba en recuperación. Jamás pensé que esa sería la última vez que la vería con vida. Recuerdo bien ese sábado 19 de junio. Ella se quejaba por el dolor post operatorio y todos la animábamos para que se recuperara. Estuve con ella media hora y me fui a celebrar mi cumpleaños. Al día siguiente quise ir a despedirme, pues regresaría por la noche a la ciudad y no la vería en tres semanas siguientes.

Era viernes. Mi mamá me había llamado unos días antes para decirme que mi abuelita había entrado a terapia intensiva. Al parecer una bacteria o virus (no puedo recordarlo bien) había atacado sus pulmones y se encontraba grave. Ese viernes mi mamá me llamó para decirme que los doctores habían decidido que sería mejor desconectarla. Su vida se había reducido a las próximas horas.

Parece que fue ayer. Desayunaba con mi novia cuando recibí esa llamada. No tardé más de cinco minutos en tomar un taxi con dirección a la terminal de autobuses. Abordé un camión a Orizaba Veracruz. Llevaba media hora de haber salido de la ciudad cuando me avisaron que había fallecido.

Un día antes pedí que Dios terminara su sufrimiento si es que era lo mejor para ella. Al parecer fui escuchado.

Mientras me encontraba en el funeral tuve que contener las lágrimas; aunque no pude contenerlas al ver que se llevaban el ataúd al cementerio. Nunca me ha gustado llorar y creo fervientemente que el morir no es el final. Estoy seguro de que ella está en un lugar mejor. Es muy difícil decir adiós a alguien que no volverás a ver, pero creo que al menos dentro de nosotros esas personas siguen viviendo. La muerte es un lugar común para todos y aunque la idea de la eternidad me perturba… sé que inevitablemente nos volveremos a ver.

Nos vemos la próxima semana…

1 comentario:

  1. Recuerda que del 0-9 se escribe con letra.
    Del 9 en adelante con número

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